Hoy nuestro blog quiere haceros meditar, sobre todo en lo que vais a ganar en caso de ir eliminando poco a poco el mal hábito del tabaco.
Hay múltiples y diversas formas de dejar de fumar, aunque todas difíciles pero no imposibles. Fumar es un mal hábito, un vicio del cual es complicado salir sin unas pautas concretas y un plan de actuación, que nos permita poco a poco ir dejando esa costumbre, además de los actos reflejos que llevan a tener, por ejemplo, siempre algo entre los dedos.
Yo como exfumador voy simplemente a exponer cómo he pasado de fumarme una cajetilla, a en principio bajar a cinco cigarros y luego que se me haya olvidado del todo esa adicción.
Antes fumaba tabaco industrial del que te venden en paquetes. Ahí di un gran y definitivo paso para ir eliminando sustancias que no son verdaderamente tabaco. Hay muchas marcas que meten otro tipo de aromáticos y tipos de papel, boquillas, tamaños y demás, para ir habituándonos a su marca.
Lo primero:
– Cambia tu marca de paquete de tabaco a un tabaco de liar para que se te haga más complicado y menos cómodo. Además de ganar en calidad de lo que fumas, utilizando tabaco ecológico natural y papel de liar de cáñamo, por ejemplo. Verás que en pocos días, bajarás drásticamente de número de pitillos al día, no tendrás ese ansía de estar sacando cigarros continuamente y sólo fumarás cuando realmente te apetezca. (Al menos esto me pasó a mi).
– Si te apetece fumar, fuma, pero compatibiliza con algo de deporte. Esto parece una contradicción, pero como cualquier adicción la tienes que ir eliminando poco a poco, tanto psicológicamente a nivel de hábito, como a nivel de sustancias en el cuerpo. Con el consejo número 1 antes descrito, verás que reducirás el número de cigarrillos.
Cuando fumes te sentirás más saciado por el tipo de tabaco, así tu cuerpo podrá ir eliminando más rápidamente las sustancias nocivas. Comienza corriendo 10 minutos durante una semana. Luego 20 y así hasta que llegues a correr una hora al día sin esfuerzos ni agotamientos, subiendo progresivamente hasta esos 60 minutos. Llegados a este punto verás que sólo fumas de vez en cuando, después del café, la comida, el desayuno, pero que ya irás notando unos resultados muy positivos.
– Pasadas las fases 1 y 2 busca sustitutos al tabaco. Cuando ya hemos pasado estas fases fui a un hipnotizador y después de algunas sesiones pude comprobar cierta aversión al tabaco y al propio hábito casi sin pensarlo, pero algunas veces tenía muchas ganas de fumar, y no quería para nada suministrarme más suplementos de nicotina de los que estrictamente fueran necesarios, como chicles con nicotina u otros sustitutivos vaporizadores.
El caso es que sí descubrí el hábito de los gestos de fumar: tener el paquete en el bolsillo, en estados de nerviosismo u otros momentos me era muy difícil no recordar y que me dieran ganas de fumar. Hice dos cosas, me asesoré sobre los cigarrillos de vapor sin nicotina y siempre llevaba un caramelo de menta en el bolsillo.
Fuera de casa no llevaba más que los caramelos y sólo después de comer o del café usaba el otro método de sustitución. Al cabo de un tiempo dejé de fumar por completo, con deporte y algo de ganas.
Si quieres más información sobre cómo dejar de fumar puedes escribirnos aquí y te asesoraremos para poder cambiar tus hábitos.